martes, 7 de febrero de 2012

No sé que titulo ponerle a esto...

Ya han pasado 11 meses desde que abrimos este Blog. Un espacio en el que pretendíamos informar, comunicar, entretener; un hilo conductor de interrelación, sobre todo con nuestros clientes, aunque tenía cabida cualquier persona interesada.
No hemos recibido contestaciones, no ha habido comentarios, ninguna duda, ninguna queja, ninguna pregunta. En definitiva, no se ha producido la comunicación que esperábamos y para lo que fue creado. Teniendo en cuenta, claro está, que en toda comunicación hay un emisor y un receptor... no intentábamos hacer un monólogo.


Entendemos pues que no interesa y lo entendemos así ante la carencia de respuesta.


La creación de cualquier Blog tiene unos objetivos y también un tiempo, un esfuerzo... una dedicación.


Así pues, a partir de hoy, se cierra este espacio.


Para comunicar con el Bar Antonio, llamar al teléfono 609411009. Como ya sabéis todos, está ubicado en la ciudad de Zamora, en la calle Pablo Morillo nº 2.


Ni que decir tiene que, esta última entrada está dedicada a aquellos "timidos" que aunque nunca comenten o nos hayan hecho saber de algún modo que está interesados, han leído este Blog.
Gracias a todos vosotros por habernos seguido, aunque sea en silencio.


La Dirección.

lunes, 23 de enero de 2012

El frío y los minerales


En la época de invierno debemos prestar especial atención a nuestra dieta y a los minerales que nos ayudarán a equilibrar el organismo especialmente en esos meses de frío.
El magnesio, calcio, yodo y selenio serán nuestros aliados. 


Magnesio
El magnesio es el mineral encargado de activar los sistemas del organismo que actúan sobre los hidratos de carbono. Las hortalizas, frutos secos, la soja y el cacao son las principales fuentes de magnesio.
El aporte mínimo recomendado es de 300 a 400 miligramos al día.

Calcio
Debido a la poca luz solar en los meses de invierno debemos estar especialmente atentos al consumo de productos que contengan un alto valor en calcio y vitamina D.
El calcio es imprescindible para la salud de nuestros huesos y el sistema nervioso y esencial, para una buena circulación de la sangre.
Las necesidades en calcio son de unos 800 miligramos al día, como mínimo. Hay muy pocos alimentos que contengan vitamina D, la mayor parte de esta vitamina la asimilamos a partir de la luz del sol. Es en los lácteos donde encontramos la mayor proporción tanto de vitamina D como de calcio.
Por cada 100 gramos de brécol consumimos 56 miligramos de calcio. Las sardinas además de hortalizas, frutas y lácteos, es la mejor alternativa para obtener calcio. Una simple lata de sardinas aporta 400 miligramos de calcio y vitamina D.

Yodo
Es un mineral que interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides que dirige la actividad del metabolismo. Ayuda al crecimiento, mejora la agilidad mental, quema el exceso de grasa y desarrolla correctamente las uñas, el cabello, la piel y los dientes.
La carencia de yodo da lugar al bocio, además de estreñimiento y lentitud en la respuesta tanto a nivel físico como psíquicamente.
El pescado es la mejor fuente de yodo; no obstante, también encontramos yodo en ciertas hortalizas como las acelgas, el brécol, las espinacas o la endivia. La col, por su riqueza en glucosinolatos, dificulta la absorción de yodo; sería conveniente evitarla ante carencias de yodo.
El aporte mínimo recomendado de yodo es de 150 microgramos al día.

Selenio
Su aporte en la dieta es beneficioso para los músculos y protege de la oxidación de las células. En invierno, ante el frío, el cuerpo debe hacer un esfuerzo para contrarrestar los radicales libres, una forma de estrés físico que ya se suma al habitual producido por las preocupaciones del día a día.
Es aconsejable consumir alimentos ricos en selenio tales como las legumbres, frutos secos, ajo y champiñón. Necesitamos consumir diariamente entre 50 y 70 microgramos de selenio.



domingo, 8 de enero de 2012

Hay grasas también saludables

Los alimentos grasos son los primeros que nos prohibimos para recuperar la línea. Pero, cuidado; hay alimentos con grasas escondidas y otros que pese a ser grasos son muy necesarios.

Cuando queremos adelgazar e iniciamos alguna dieta lo primero en lo que pensamos es en retirar todo tipo de alimento graso y, es un error.
Es cierto que la grasa, en menos volumen, aporta  más calorías; por ejemplo, engordan más 100 g. de grasa (900 Kcal.) que 100 g. de azúcar (400 Kcal.).

Pero no nos engañemos, lo que no podemos hacer es suprimir toda la grasa de nuestra dieta. Todas las células de nuestro cuerpo, absolutamente todas, están limitadas por una membrana, una barrera compuesta casi en su totalidad por grasas, los Lípidos, entre ellos los fosfolípodoos, el colesterol y omega 3.

La dieta equilibrada incluye una proporción adecuada de grasas, de no ser así se producen consecuencias importantes y muy graves, como es el caso de una mala conexión entre nuestras neuronas o dificultades con el transporte entre las células y, por supuesto, un exceso de sequedad en la piel.

De entre las grasas que nos aportan los alimentos hay una que es visible, blanca y densa, los triglicéridos, y una grasa que no se ve, como el colesterol. Ambas son imprescindibles, aunque deben ser consumidas con moderación.

Las grasas llamadas “buenas” ayudan a nuestro sistema antiinflamatorio a mantenerse en condiciones y también ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. Esas grasas están en el aceite de oliva, el jamón ibérico, los pescados azules, las sardinas, el atún, la caballa…

El colesterol que necesitamos al día (alrededor de unos 300 mg.) se encuentra en una sola yema de huevo, concretamente contiene 270 mg. de colesterol.
Para hacernos una idea aproximada, en 100 mg. de carne roja, consumimos 60 mg.; en 100 mg. de gambas, 200 mg y, en 100 mg. de magdalenas consumimos 200 mg. de colesterol.

Así que, a tener en cuenta algo muy importante para nuestra nutrición: las grasas son necesarias para nuestro organismo, pero con mesura.




sábado, 7 de enero de 2012

El misterio de la palabra: "Equipo"...

Según el Diccionario de la Real Academia Española:
Equipo: Acción y efecto de equipar. Grupo de personas organizado para una investigación o servicio determinado. En ciertos deportes, cada uno de los grupos que se disputan el triunfo.


...Podríamos seguir con sus varias acepciones, pero dado que no somos un gimnasio ni un Club deportivo, resta decir que NUESTRO EQUIPO no se disputa ningún triunfo deportivo, solo pretende vivir honestamente de su trabajo y esfuerzo.
Nuestro local es un Bar, de modo que, espero haber desentrañado el misterio.


Cuando mencionamos la palabra EQUIPO nos estamos refiriendo al conjunto humano que forma este negocio. Las personas que, día a día, abre las puertas del local  para atenderles a ustedes, ni que decir tiene, que lo mejor posible, lo mejor que sabemos.


Por lo tanto, sobran los comentarios irónicos ¡¡y no es que no nos guste su sentido del humor!! pero de buen rollo ¿ok?.


Evidentemente, esta aclaración va dirigida a las personas que, en varias ocasiones, se han dirigido a los miembros de este Equipo para preguntar sobre el significado de la palabra y han pretendido hacer un simil con algún equipo deportivo y con evidente sorna...
Aquí no hay jefes, ni grados, somos familia y personas con un mismo objetivo y que trabaja para un mismo fin.


Un saludo.
El Equipo del Bar Antonio.